Si quieres conocerme, entra en mi habitación y descubre una realidad paralela a la que conoces.
Haz clic en el siguiente enlace y sigue siendo feliz.



viernes, 20 de enero de 2012

Carta XI

Domingo, 24 de julio de 2011

Se que estos días no te he respondido a los privados, ni al chat, ni a nada. Lo se, y lo siento si te ha molestado, pero era lo mejor.
Los días que pasamos juntos antes de irte, fueron increíbles. Me lo pasé genial contigo y con tus chorradas.
Que sí, que puede que sea la más caprichosa de entre las caprichosas.
Que voy por la vida diciendo “lo que quiero, lo consigo”. Lo reconozco, tengo mil defectos y uno más. Tardaría más de una noche y, posiblemente, más de dos en contarte todos los errores que he cometido. Ya te lo aviso: soy caprichosa, celosa, egoísta, prepotente, orgullosa, desordenada, nerviosa y borde. Soy la más imperfecta del mundo, pero si me prometes que me vas a querer siempre, te querré.
Y te querré como ninguna persona lo hará jamás.
¿Sabes una cosa? No suelo saber elegir, por eso no lo hago. Me dedico a ver pasar las cosas, los momentos y las personas por delante de mi vida, esperando a  que sean ellos los que decidan alterar mi rutina. Pero esta vez no.
Esta vez elijo que tu seas la persona que llenes mis días de sonrisas, que me comas a besos y que sea tu voz la que este al otro lado del teléfono. Elijo llorar por ti de vez en cuando, elijo creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras. Elijo  no querer otros abrazos, ni otras manos deambulando por mi pelo. Elijo nuestro mes del año y nuestro día del mes, elijo que tú seas mi locura y mi cordura. Elijo el miedo a fallar, elijo las miradas, elijo temblar, elijo hacerme adicta a ti, a tus manías y a tu manera de hacer las cosas. Elijo conservar intacto cada momento, y dejar huella. Elijo arriesgar y jugármela por ti. Elijo disfrutar cada segundo junto a ti.
Espero no equivocarme, porque no estoy acostumbrada a tomar decisiones, pero hay algo que me dice que no me estoy confundiendo.
Mira, puede que cuando empiece el colegio todo sea diferente, pero una vez, alguien inteligente mi dijo: “Lucha por lo que quieras, sin importarte lo que piense la gente al respecto.”
Yo también he dado este consejo a varias personas importantes para mí y sinceramente, creo que les ayudó a lograr sus objetivos.
Por eso, si te sirve de algo, te diré que si quieres algo, debes hacer todo lo que sea posible para salirte con la tuya. Y esto es lo que voy a  intentar hacer cada día de mi vida. Contigo.
Porque te quiero. Te quiero y te echo de menos. Por eso no podía responderte a los privados, por eso estoy todos los días mirando si tienes fotos nuevas, por eso necesito saber de ti, por eso cada vez que tengo un privado nuevo, espero que sea tuyo, que por eso eres en lo primero que pienso al despertarme y lo último que recuerdo al acostarme, por miedo.
Y es que el miedo es como la familia. Que todo el mundo tiene una.
Pero aunque se parezca, los miedos son tan personales y tan diferentes, como pueden serlo todas las familias del mundo.
Hay miedos con los que una aprende a ir conviviendo.
Hay miedos hechos de inseguridades. Miedo a quedarnos atrás. Miedo a no ser lo que soñamos. A no dar la talla. Miedo a que nadie entienda lo que queremos ser.
Hay miedos que nos va dejando la conciencia: el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás. Y también el miedo a lo que no queremos sentir. A lo que no queremos mirar. A que alguien a quien queremos desaparezca. Y yo no quiero perderte, quiero tenerte a mi lado.
Solo te pido una cosa. Y es que si ves que no te contesto, no es por que me pase algo malo contigo, porque no es así. Es simplemente que me duele tenerte lejos y no poder verte, besarte y sonreír a tu lado.
Me encantan tus mensajes, gracias por todo lo que haces por mí.
Tequiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por mandar tu carta!
xoxo-L